Todos hacemos algo de lo que realmente no estamos orgullosos... quizá después de casi un año con vosotros empieza a ser el momento de poner las cosas sobre la mesa. No me drogo, no fumo nada, tampoco bebo alcohol... pero sí consumo bebidas energéticas. Sí, esas que para cualquier nutricionista son el mismísimo diablo.
En el vídeo de hoy, una offtopía de libro, os explico cuándo me inicié, por qué las bebo, cuáles consumo, cómo lo hago, cómo me sientan y cuáles me gustan más. No estoy orgulloso, pero lo comparto porque estoy seguro que no estoy solo en esto. Además hay una visión social falsa sobre este tipo de bebidas. Se cree que las toman los jóvenes que llevan el altavoz con el reguetón a toda pastilla y nadie se espera que un padre las consuma por estirar los momentos de ocio nocturno, con productividad o procrastinación, pero esos momentos que ayudan a desconectar y a la vez a seguir con todo.